Hasta ahora no existía un estudio serio y responsable que invitara a los fabricantes a considerar los dispositivos móviles enemigos del sueño, y por ello a tratar el tema con urgencia.
Considerar los dispositivos móviles enemigos del sueño y por supuesto también de la salud no solo de los grandes, sino también de los niños es una advertencia seria y que no debe ser tomada con ligereza.
La advertencia viene del Reino Unido y, es hecha en particular, por un médico – especialista en problemas de la juventud con insomnio – que aboga por la introducción de un filtro que reduzca el brillo de estos aparatos al caer la noche y los coloque en un «modo de lectura«, que finalmente haga que se apaguen automáticamente.
La advertencia va más allá de querer tener niños y jóvenes al día siguiente perfectamente despiertos en las aulas de clase. El tema aborda circunstancias preocupantes como problemas de conducta, adicción, depresión e incluso esquizofrenia.
Entrevistado por la BBC,el profesor Paul Gringras, del Hospital de Niños dell Evelina en Londres, revela cómo los nuevos modelos son «cada vez más luminiscentes en azul«, un tono de color que ayuda a mantener a la gente despierta y hacen de los dispositivos móviles enemigos del sueño. Mientras que la oscuridad es el gran amigo de los que tienen que dormir para recuperar su fuerza, dado que la misma ausencia de luz y color es una especie de señal para que el cuerpo produzca una hormona llamada mela tonina, que ayuda a tirar a desconectar el consiente del organismo.
De ahí la invitación a la responsabilidad, dirigida por Gringas a los fabricantes. Lo que se necesita, a su juicio, se trata de un entorno que cambie la cara de la pantalla de los teléfonos móviles y tabletas de un cierto tiempo en adelante.
Los colores y tonos que son buenos para el día – advirtió el especialista británico – son malos para la noche: los datos experimentales nos dicen que los que han permanecido en frente de estas pantallas tarde en la noche se duerme en promedio una hora más tarde que aquellos que han logrado prescindir del dispositivo móvil. Comprometer gravemente el ciclo de relación sueño-vigilia.
Para los fabricantes no es fácil la toma de decisiones en este sentido, ya que eventualmente pueden ir en contra de sus intereses. Es claro que algún tipo de control de padres podría ser implantado en los dispositivos que están dirigidos al uso de jóvenes y adolescentes, sin embargo la propuesta no ha sido aceptada aun. Lo que sí es claro, es que considerar los dispositivos móviles enemigos del sueño, no es una idea fruto de la paranoia de algún padre inquieto porque su hijo no se va a la cama temprano.
Si usted también ve en los dispositivos móviles enemigos del sueño de sus hijos, tal vez no deba esperar a que los fabricantes tomen decisiones. Usted también puede imponer horarios para el uso de estos aparatos en casa.
